Un ataque de lumbalgia aguda dejó fuera de combate a Jorge Molina a principios de la semana pasada, de un día para otro, impidiéndole jugar en Granada y retrasando su regreso a los entrenamientos con el grupo hasta este jueves.
Pero, con la profesionalidad que le caracteriza, el delantero alcoyano ha seguido al pie de la letra todos los consejos de médicos y fisioterapeutas, y se ha sometido a innovadores tratamientos con el único objetivo de acortar los plazos de recuperación y poder estar cuanto antes de nuevo a disposición de Pepe Mel. Y, por supuesto, lo ha conseguido.
Se trata de una terapia indolora y sin cirugía, que a través de una mesa computerizada consigue la descompresión intervertebral mediante distracción, sin producir espasmo muscular, a diferencia de los métodos de tracción convencionales. El goleador bético se ha sometido a siete sesiones, de 20 minutos de duración cada una, aproximadamente, más un trabajo posterior con el recuperador en la Ciudad Deportiva.
La recompensa al esfuerzo realizado llegó este último jueves, en el que el delantero alcoyano pudo reintegrarse con normalidad a los entrenamientos con sus compañeros. Pepe Mel destacó ayer su importancia en el equipo y las muchas opciones que tiene hoy de entrar en la convocatoria.